Y así es como acabó uno de los pastores de nuestro belén. Había sido uno de los primeros en acercarse al portal, pero con la llegada precipitada de los Reyes Magos tuvo que escapar para dejar hueco a sus majestades. Y las prisas, que siempre son malas consejeras, es lo que tienen... Así quedó con todo tirado por el suelo... Confiamos en que los daños no sean irreparables...
Visión del portal con el pastor, de espaldas, en primer término. |
Y las prisas, que siempre son malas consejeras... |
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